Tipos de acogimiento

Existen diversas modalidades de acogimiento familiar. Están creadas para cubrir diferentes situaciones que pudieran darse y son de distinta duración. Cuando una familia decide acoger, siempre les ayudamos a elegir qué modalidad o modalidades se ajustan mejor a su situación.

Los niños y niñas que salen en acogimiento familiar mantienen el vínculo con su familia de origen y suelen tener contacto con la misma. La duración y edades de las modalidades expuestas a continuación, pueden presentar leves variaciones dependiendo del caso y siguiendo siempre el interés superior del niño o la niña.

Acogimiento en familia extensa

Es cuando el niño o la niña queda al cuidado de algún miembro de familia de origen: tías, tíos, abuelos, abuelas u otros familiares. Esta modalidad es la que más se da, pues siempre se intenta que estos niños y niñas puedan permanecer dentro de un entorno que conozcan. Si esto no fuera posible, se impulsaría el acogimiento en familia ajena, es decir, se intentaría que fueran con una familia de acogida con la que no tienen relación para evitar que crezcan en un centro.

Acogimiento de urgencia

Suele ser para niños y niñas de 0 a 13 años y suele tener una duración máxima de 6 meses. Se da con carácter inmediato para poder dar un hogar a un niño o una niña que necesita protección inminente. Se pretende que el niño o la niña pueda ir directamente con una familia de acogida sin que tenga que pasar previamente por un centro. Debido a su urgencia, al menos un miembro de la familia acogedora debe estar desempleado para poder atender a las necesidades del niño o la niña que llegarían de forma repentina. Es por esto que cuenta con una ayuda económica especial.

Acogimiento temporal

Puede darse a cualquier edad y suele tener una duración máxima de 2 años. A este acogimiento se le considera transitorio y se da cuando no se prevee una pronta reintegración del niño o la niña con su familia. Se busca que estos niños y niñas puedan crecer bajo el calor de un hogar mientras su familia supera las dificultades que originaron dicho acogimiento. Si este regreso a su familia de origen no es posible, se buscarían otras medidas más estables como el acogimiento permanente o la adopción.

Acogimiento permanente

Puede darse a cualquier edad, desde los 0 a los 17 años. Se trata de un acogimiento de larga duración, que se da cuando no se prevee que el niño o la niña vaya a volver con la familia de origen. No saldría en adopción porque su familia de origen quiere mantener la vinculación con este niño o niña. Esta modalidad dura hasta que los chicos y chicas llegan a la mayoría de edad. Una vez cumplen los 18 años, serían estos chicos y chicas quienes decidiesen si se independizan, si intentan volver con su familia de origen o si siguen con su familia de acogida. Esto último es lo que principalmente suelen elegir debido a la relación de afecto y cariño establecida con su familia de acogida.

Acogimiento especializado

Esta modalidad de acogimiento puede darse en cualquier edad y estaría dentro de un acogimiento temporal o permanente. Se da cuando los niños y niñas que se van a acoger tienen alguna necesidad especial como padecer algún tipo de enfermedad, contar con diversidad funcional (discapacidad física), diversidad neurológica (cuestiones de índole psicológica)… Además, también entrarían en esta modalidad aquellos niños y niñas que vayan a la misma familia junto a sus hermanos o hermanas, o quienes necesiten un apoyo especial tras haber sido víctimas de maltrato o violencia sexual. Para esta modalidad, al menos un miembro de la familia acogedora deberá contar con una formación, experiencia o capacitación que le ayude a desarrollar esta acogida. Esta modalidad de acogimiento familiar también cuenta con cierto apoyo económico.

Familia colaboradora

Además de las familias acogedoras, están las familias colaboradoras. Estas familias suelen cuidar a chicos y chicas durante fines de semana o periodos no lectivos. Es decir, son familias que se comprometen con estos chicos o chicas para que tengan un vínculo estable y un referente familiar sano. Las familias colaboradoras suelen estar con niños y niñas para los que no se encuentran familias (por ejemplo, a veces no contamos con familias dispuestas a acoger a mayores de 7 años) o porque no está indicado el acogimiento (por ejemplo, porque tiene estabilidad en el centro y se le quiere buscar una familia de referencia). Una de las entidades que trabaja en la provincia de Málaga con las personas que quieren ser familias colaboradoras es Crecer con Futuro.